
Impulsada por la experiencia personal y carente de una verdadera charla sobre la sexualidad, la escritora española Beatriz de Silva irrumpió en el cine con su ópera prima Tola, que se presentó a nivel mundial en el Festival Internacional de Cine de Houston y ganó la medalla de oro al mejor cortometraje de comedia.
Desde entonces, el proyecto ha generado entusiasmo en los festivales, acumulado premios y estuvo entre los candidatos preseleccionados para los 200 premios Oscar.
Filmada en el País Vasco y capitalizando las poderosas iniciativas creativas de la región, la película ofrece una mirada humorística a la defectuosa educación sexual y aquellas que intervienen para iluminar nuestra adolescencia cuando padres, maestros y compañeros fracasan estrepitosamente.
“Creo que es una decisión personal sobre qué tipo de emoción quieres transmitir a la audiencia. Siempre elijo el optimismo y la esperanza”, dijo Silva. diverso Al discutir el tono de su texto. “La comedia nace del dolor. El buen conflicto cómico se sustenta en el buen conflicto trágico”.
Beatriz de Silva
Crédito: Álvaro Serrano
Producida por la directora Maite Ruiz de Ustry Extrapictures junto con CSC Films, la novela de 12 minutos se desarrolla en el baño de una escuela privada, un espacio semi-sagrado e íntimo para adolescentes, donde la hija de la directora (Eder González) acampa con miedo y aliento. duda. Depende de la curadora de la escuela, Tola, la señora de la limpieza de la escuela interpretada por Tamara Berbice (“Paquita Salas”), decidir si acude o no en su ayuda y la consola como dos líneas de voleibol y caca entre los grifos y los retretes.
La ingenuidad de González agrega inocencia al espacio, con mejillas sonrosadas y una chaqueta amarilla clara que agrega un toque de color al paisaje confinado lleno de tonos apagados que Tola combina diligentemente.
Silva se las arregla para cubrir un tema importante de una manera que tímidamente invita al público a compartir conceptos erróneos sobre la edad adulta, con el objetivo de brindar un mayor acceso a un tema que sigue siendo extrañamente tabú en las aulas, entre amigos y alrededor de la mesa.
“El problema de hablar de sexo es que está mal dirigido. Con demasiada frecuencia nos quedamos atrapados en juzgar si el sexo está bien o mal, si tenemos que ser más puros, más activos. Olvidamos que quien quiera hacerlo lo hará. el que quiera hacerlo lo hará”, dijo Silva. No, no lo harán”. “Lo importante es dar las herramientas para que no pongan en peligro la salud física y mental de los más ignorantes : adolescentes.”