
La historia de Kim Philby es probablemente muy fascinante. El espía británico, un doble agente de Moscú, operaba en los niveles más altos de la comunidad de inteligencia. Su capacidad para difundir información a la Unión Soviética, a la que eventualmente desertó, es quizás un testimonio del poder del encanto personal y la erudición para cubrir lo que estaba a la vista.
Esa es la poderosa historia de A Spy Among Friends, que se emitió en ITVX en el Reino Unido el año pasado y ahora llegará a MGM+. Guy Pearce interpreta a Philby, quien al comienzo de la serie había sido un valioso recurso soviético durante muchos años; Es posible que su amigo artesano más cercano, Nicholas Elliott (Damien Lewis), obtenga su reconocimiento. Vemos la relación de la pareja a lo largo del tiempo en flashbacks en capas, agregando contexto y comprensión al fracaso de Elliott para inmovilizar a Philby.
La historia fue adaptada por Alexander Carey de la novela de Ben McIntyre, que bordó la historia de la vida real de Philby y Elliot; Es inteligente utilizar el escándalo de espionaje británico de la vida real más notorio como la columna vertebral de la historia de John le Carré. La historia se cuenta a través de los recuerdos de Elliot: Anna Maxwell Martin interpreta a una detective ficticia que se adentra en la historia de la relación de Elliot y Philby, y que aporta un cristalino nivel de desconfianza y desdén a su trabajo. Entre los placeres de “A Spy Among Friends” está el espectáculo de la actuación de Eliot de la mujer que lo mira, agregando sombra y dimensión a sus recuerdos.
Porque lo que sucedió entre Philby y Elliot es probablemente desconocido incluso para los propios hombres: ¿cómo, de hecho, un espía tan experimentado como Elliot pudo haber dejado escapar a Philby? A Spy Among Friends ve parte de ello como la dinámica que asiente desde el título: el estrecho y estrecho mundo de la inteligencia opera en los lazos sociales, acorde con una cultura sustentada por códigos no escritos interminables sobre lo que es socialmente apropiado.
La actuación de Pierce es apropiadamente encantadora, y una de las pequeñas cosas satisfactorias de la serie es descubrir cuán vacío es ese encanto: recordé su trabajo en la serie limitada de 2011 “Mildred Pierce”, en la que es interpretado por él mismo. Pero Lewis, esta vez interpretando a un espía que tiene que descifrar el exterior del agente doble, en una reversión satisfactoria de la fórmula del “hogar”, es el quid de las cosas. Y su viaje para comprender por qué se perdió lo que se perdió, y lo que podría significar su relación con un hombre que trabajó en contra de su estado compartido en el pasado, es su viaje con estilo. Se transmite con ligeros cambios en la dirección de Louis, un toque de tristeza entrando en su voz. Es un papel que Lewis interpreta maravillosamente, y un papel cuyas cualidades ocultas hablan del poder eterno de las historias de espías.
“Spy Among Friends” se estrena el domingo 12 de marzo en MGM+.